El tiempo me enseñó que pasaras por malas rachas pero que también pasaras por muchas muy buenas. Hace unos años mi mayor preocupación era caerle bien y gustarle a la gente, ser una chica que aceptasen en los grupos y que no pasara desapercibida. Intentaba como una loca ser la persona que la gente quería ver porque creía que tener mucha gente me haría feliz, pero me dí cuenta de que gustándome a mi misma y siendo como soy sin importar lo que pensasen de mi era como realmente encontraría la felicidad.
Me daba igual lo que pensasen de mi, era una loca, disfrutaba riéndome, diciendo y haciendo tonterías con mis amigas y la gente podía mirar, me daba igual sus opiniones... Me di cuenta que los amigos de verdad son los que comparten contigo los momentos, te siguen las tonterías y encima, les encanta que seas una persona feliz y loquísima.
Adoro ser quien soy, porque no soy una copia de nadie; solo soy yo la que a decidido la huella que quiero dejar en mi gente esta vida.
Así que, disfruta y vive tu vida como quieras vivirla. Dale el cariño a los que te demuestren que lo merecen y que las críticas de la gente que no te conoce no sea más que un motivo para sonreír porque no tienen una vida mejor que la tuya, por eso tienen que tenerte en su boca.
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