Caminas hacia el sitio de siempre y lo ves, ves su camiseta, su espalda, sentado en el mismo sitio de siempre y con los de siempre, todo como antes, pero entonces te das cuenta que en ese tiempo todo ha cambiado, te diriges allí saludas pero no eres capaz de mirarle a la cara, te sientes impotente, insegura y dolida, sabes que si le miras no podrías aguantar perderte en su mirada pero eso no es lo que te preocupa, sino mirar sus ojos y ver que para ti no sigue siendo el mismo.
Me encanta (:
ResponderEliminarTe sigo, siguemé.
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