Un día para conseguirlo, otro para enamorarlo, dos para sustituirlo y una hora para olvidarlo. ♥

martes, 13 de diciembre de 2011

Ahora o nunca.



Cuando la pena te ahoga y la tristeza te llama, cuando el llanto no consuela y se te parta el alma. Que no hay palabras que te puedan calmar y te quedas sin fuerzas para seguir adelante. No te quedan esperanzas para pensar que todo cambiará y que el tiempo todo lo cura. Y te quedas vacio. No quieres llorar, ni quieres reír. Los días pasan todos igual, la misma historia. Sientes la presión en el pecho, te están juzgando. Lo haces todo mal. Lo único que pides es irte, desaparecer. Quizás vuelva algún día de estos pensando que esto se acaba. La gente te dice: no te preocupes, son malas rachas. Pero tu mala racha es rutina desde hace ya tiempo. Ayudadas a los que te rodean y, ¿qué recibes a cambio? Nada, las gracias y un hasta luego. Te vuelves igual al resto: una persona fría y egoísta. Tus amigos te lo dicen, has cambiado. A lo que tú respondes: no he cambiado, he aprendido. Aquí sino muerdes te comen Entonces ellos insisten: Llámalo como quieras, pero ya no eres quien eras: tú te das cuenta, has cambiado y sólo te limitas a pensar que es lo que hay. Eliges o víctima o depredador. Y a ti ya te hirieron, ya fuiste presa. No pasa un día sin recordar por todo lo que pasaste. Ni un puto día sin que estén presentes en tu mente las palabras: hay que ser bueno, pero no tonto. Y es triste, pero ya no te fías de nadie. Aún te queda algo de compasión para pedir perdón a todas aquellas personas que lo están pagando ahora. Perdón por engañarte, por engañarte otra vez, por mentirte y despreciarte, por no haberte dado lo que merecías. La volviste a cagar. Volviste a creer en quien no debías y a jugar con alguien que no lo merecía. No hay marcha atrás. ¿Tu solución? Ninguna, lo hecho está hecho, lo arreglarás no volviendo a dirigirte a esa persona nunca más. No cruzarte en su camino para no hacerle más daño. Porque digas lo que digas tú no eres así, no te gusta hacer daño, ni te gusta engañar a nadie. No te gusta ser alguien frío, que ni ríe ni llora ni siente. ¿Pero eres idiota? ¿Qué te ha pasado? Tú que estabas siempre riendo, y haciendo de reír a los demás. Tú, que pensabas que nada es imposible. Sacabas una sonrisa en el momento más crítico. Hacías de rabiar al más enfática y reír al más serio. Estabas siempre al lado de quien lo estaba pasando mal, simplemente para dejarle un hombro donde llorar. Te llevas bien con ellos y con ellas, y hasta con aquel que nunca hablaba con nadie. ¿De verdad crees que todo esto merece la pena? Vuelve a reír, a sentir y a cuidar lo que tienes para no perderlo. Sonríe cuando estés con él, cuando llueva y te empapes. Si te quieren joder, sonríeles en la cara. Que tú eres feliz. Piensa en aquel amigo que es capaz de hacer la tontería más grande para conseguir aunque sea la más mínima mueca en tu cara, en la típica amiga que te copia en todo porque te admira, en ese loco que te ve mal y te dice eso de: ¿a quién hay que pegar? En cualquiera, incluso en esa que te dice que fea que vas aunque estés preciosa. Son parte de ti y de tu mundo.
Tres consejos: no cambies nunca, sonríe siempre y cuida a esas personas como si fueras a perderles cada día, en especial a ese chico que en el fondo nunca dejaste de pensar en el...

DESPERTAR & VER LA VIDA COMO LAS QUIERES VER #.

No hay comentarios:

Publicar un comentario